El anodizado es un proceso a la vez eléctrico y químico mediante el cual se conforma una capa protectora de óxido sobre el aluminio, que tiene carácter superficial. Cuanto más espesa sea esta capa –que se conoce como alúmina-, más durable será el material, y resistirá mejor el embate de distintos agentes externos.

Como además el anodizado ofrece un acabado sumamente estético, este proceso abre un abanico de posibilidades para el caso de las aberturas y para otras partes de las viviendas. De allí su gran popularidad.

En los hechos existen diferentes clases de anodización, que definen un espesor distinto para la capa. Para el caso de las aberturas lo habitual es que se emplee el anodizado sulfúrico, que genera una capa de entre 10 y 20 micras. El espesor es un factor importante que define la vida útil del acabado (a mayor espesor, mayor duración).

El anodizado de aluminio cumple funciones diversas. Por un lado genera una capa protectora que incrementa la aislación eléctrica; además es anticorrosivo, y también protege mecánicamente contra la acción de los factores climáticos y contra el desgaste.

 

Ventajas a la carta

Entre las ventajas destacadas que aporta este proceso electrolítico, puede destacarse una mayor dureza (comparada con la que ofrecería la pintura del material). En lugares en que se prevé que el aluminio tendrá un uso recurrente, o cuando estará expuesto a la acción de limpiadores abrasivos, este proceso conformará una protección que agregará más vida útil a la abertura en cuestión.

El look metálico es otra ventaja de este proceso: como la capa que se genera es traslúcida, el aluminio de base se puede ver incluso cuando ya se generó la capa protectora. No obstante en lo que refiere a la presentación existen distintos tipos tipo de anodizado (mate, pulidos, lijados). Y en lo tocante a los colores también hay diferentes alternativas –(natural, negro, champagne, etc.)

Cuando el anodizado presenta un espesor importante, asegura una extensa vida útil y una notable resistencia química al metal de base. Por otra parte el anodizado protege al metal contra la radiación solar y la exposición constante a rayos UV.

Otro beneficio del anodizado es que, al integrarse al metal, no se escama ni se pela, como en cambio sí podría ocurrir con la pintura.

Finalmente, si bien es cierto que el paso del tiempo puede hacer que el anodizado se manche o se ensucie –particularmente cuando está expuesto a inclemencias e intemperies-, incluso en este caso se lo puede limpiar con facilidad, con detergente y un abrasivo.