El aluminio es un material resistente y ligero. Tolera perfectamente la corrosión y es muy dúctil. Además es 100% reciclable, inodoro e impermeable.
Las aberturas que se elaboran con este metal se distinguen por ser sumamente funcionales y durables. Y también por ofrecer soluciones estéticamente muy adecuadas.
Pero las virtudes de las aberturas de aluminio no se agotan allí: con una serie de tratamientos estos desarrollos pueden optimizar el aislamiento térmico y acústico. Esta particularidad permite que también aporten soluciones para un tema que hoy es clave: la eficiencia energética.
Avances fundamentales
En la actualidad las aberturas de aluminio incorporan sistemas DVH (de doble vidriado hermético); estos sistemas generan una cámara de aire intermedia que disminuye tanto el paso del calor entre el adentro y el afuera, como el impacto del ruido. Adicionalmente estas aberturas incluyen perfiles con rotura del puente térmico (RPT) y pueden incorporar técnicas multicámara (es decir, una serie de cámaras de aire). Tanto las técnicas multicámara, como los sistemas DVH y los perfiles RPT evitan que se pierda energía, haciendo que no se deba consumir tanto para calefaccionar o refrigerar el ambiente en cuestión.
Resistencia y hermeticidad
Las aberturas de aluminio ofrecen una importante resistencia estructural y además se diseñan con foco en la hermeticidad y en la precisión de los cierres, algo que también es clave para propiciar sus condiciones aislantes.
Por otro lado este tipo de aberturas, se limpian con facilidad y no presentan prácticamente ninguna exigencia a nivel del mantenimiento externo.
Otro dato que suma ventajas a las aberturas de aluminio es que estos perfiles pueden incorporar diferentes texturas y tonalidades cromáticas (símil madera, microtexturados, pintados mate y más), lo que potencia su versatilidad.
Aberturas inteligentes
Por otro lado ya existen algunos desarrollos de vanguardia que permiten ofrecer modelos de ventanas que pueden precalentarse y ventilarse de manera autorregulada. Estas aberturas integran distintos sistemas (de energía fotovoltaica, conductos que permiten manejar la captura de aire, filtros de aire, un mecanismo de comunicación inalámbrica, etc.). Con estos recursos habilitan a bajar sustancialmente las pérdidas de calor en las viviendas y oficinas, y también a optimizar la ventilación.